La Cámara Nacional de Industrias (CNI) ha presentado su informe anual, en el cual señala que la industria boliviana se enfrenta a un panorama complica
La Cámara Nacional de Industrias (CNI) ha presentado su informe anual, en el cual señala que la industria boliviana se enfrenta a un panorama complicado, anticipando una recesión económica para el año 2024. Según las estimaciones de la CNI, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) industrial se situará entre el 0% y el 1%, una notable disminución en comparación con el crecimiento del 1,8% registrado en 2023 y del 2,2% en 2022.
Pablo Camacho, presidente de la CNI, destacó en su análisis que los indicadores hasta septiembre de 2024 reflejan una caída del 16,4% en las importaciones industriales. En particular, las importaciones de materias primas e insumos intermedios disminuyeron un 9,2%, mientras que los bienes de capital vieron una reducción del 11,8%. Las exportaciones industriales también se vieron afectadas, cayendo un 35,9%, principalmente en los rubros de gas y oro. A pesar de estos desafíos, el número de empresas manufactureras solo creció un 1,3%.
Camacho identificó cuatro factores clave que están detrás de la actual crisis en el sector industrial. En primer lugar, los bloqueos motivados por intereses políticos han ocasionado pérdidas superiores a 1.000 millones de dólares en un corto período. En 2024, se reportaron más de 170 días de bloqueos, lo que ha deteriorado la imagen de Bolivia en el ámbito internacional.
En segundo lugar, la grave escasez de hidrocarburos ha paralizado de manera significativa la producción industrial, afectando la logística de los productos tanto para el mercado interno como para la exportación. Además, la insuficiencia de divisas para la importación de materias primas y bienes de capital, cuya demanda anual asciende a más de 8.316 millones de dólares, ha complicado aún más la situación. Por último, el aumento del contrabando, tanto de entrada como de salida hacia países vecinos, ha perjudicado a la producción formal y fomentado la economía informal, con un movimiento estimado de 3.300 millones de dólares.
De cara al 2025, la CNI advierte que los problemas de suministro energético, tanto de gas como de electricidad, se intensificarán debido a la disminución en la producción de pozos gasíferos. Asimismo, la inseguridad jurídica, los avasallamientos y los bloqueos seguirán complicando el entorno para la producción industrial, junto con la escasez de divisas y el contrabando.
En este contexto, el Consejo Nacional de Presidentes del sector industrial, reunido el 21 y 22 de noviembre de 2024, ha solicitado un diálogo nacional efectivo que genere resultados concretos para enfrentar la crisis económica. También se ha planteado la necesidad de reformar el modelo económico para permitir una mayor participación del sector privado.
Entre las medidas urgentes que se han propuesto al Gobierno y a la Asamblea Plurinacional se encuentran la aprobación de leyes fundamentales como la Ley Anti bloqueos, la Ley de Electricidad, la Ley de Minería, la Ley de Hidrocarburos y la Ley del Turismo.
La CNI enfatiza que las soluciones a los problemas estructurales del país, como la reactivación económica y la reducción de la conflictividad social, requieren un enfoque colaborativo que supere las divisiones sectarias. Camacho reafirmó el compromiso de los empresarios industriales con el desarrollo de Bolivia, destacando su disposición a contribuir a la reactivación económica y al bienestar del país
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