La escuadra madrileña vio truncado su avance en la competición internacional tras no poder materializar la goleada necesaria para asegurar su clasific
La escuadra madrileña vio truncado su avance en la competición internacional tras no poder materializar la goleada necesaria para asegurar su clasificación a la siguiente ronda. A pesar de haber sumado los mismos puntos que sus rivales directos, el París Saint-Germain y el Botafogo, una desfavorable diferencia de goles en los enfrentamientos mutuos sentenció su eliminación.
Durante el encuentro, el equipo español ejerció una presión constante sobre el conjunto brasileño, buscando incansablemente la oportunidad de ampliar su marcador. Sin embargo, se encontró repetidamente con una defensa férrea que supo contener sus embates.
La contienda se desarrolló en California, donde el Atlético de Madrid desplegó una estrategia orientada a la ofensiva desde el inicio, buscando sorprender a su oponente. La intención era imprimir un ritmo alto al juego y capitalizar las oportunidades tempranas. No obstante, el Botafogo respondió con una presión igualmente intensa, dificultando la recuperación del balón por parte del equipo madrileño y mostrando una notable solidez en la circulación del esférico y en sus transiciones rápidas por las bandas.
El conjunto brasileño generó una ocasión de peligro significativa en los primeros minutos, con una internada veloz que obligó a una intervención decisiva del guardameta del Atlético. Posteriormente, el equipo español fue ganando terreno en el campo, aunque la claridad en el remate final fue un obstáculo recurrente. El Botafogo, cumplido su objetivo inicial de neutralizar la arremetida española, adoptó una postura más conservadora, cediendo la iniciativa en la posesión.
A pesar de un dominio territorial creciente, el Atlético de Madrid no logró generar peligro inminente hasta los instantes finales de la primera mitad, cuando un disparo desde una posición ventajosa se marchó desviado. Una jugada clave se presentó al filo del descanso, cuando una posible infracción dentro del área brasileña fue revisada por el VAR. Tras la consulta, se determinó una falta previa, frustrando la expectativa de un penal.
El marcador se mantuvo inalterado al término de los primeros cuarenta y cinco minutos, dejando al equipo español con la necesidad de una hazaña para avanzar. En el complemento, se introdujeron variaciones tácticas buscando revertir la situación, y el equipo generó varias oportunidades, incluyendo un remate de cabeza que no encontró portería. El Botafogo, por su parte, también tuvo una ocasión clara que fue desbaratada por el portero.
La anotación del Atlético de Madrid llegó tarde en el partido, concretada por Antoine Griezmann, quien rompió una racha personal sin marcar. A pesar de la ventaja mínima, el resultado no fue suficiente para modificar el panorama de la clasificación. El desenlace marca un cierre agridulce para una temporada que ha presentado desafíos considerables para el equipo
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