Descubre la crítica situación agrícola en Tarija: campesinos enfrentan precios estancados y costos en aumento. Conoce el impacto en la canasta familiar y soluciones propuestas
La producción anual de huevos en el país alcanza los 2.700 millones, con Santa Cruz liderando el mercado al contribuir con 1.500 millones, lo que representa el 60% del total. Le siguen Cochabamba, que produce 1.000 millones de huevos (35%), y Tarija, con una producción de 137 millones (5%), según información de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz.
En el marco del Día Internacional del Huevo, Joaquina Centellas, presidenta del Colegio Departamental de Nutricionistas y Dietistas de Santa Cruz, destacó que el huevo es un alimento excepcionalmente completo en términos de nutrientes y uno de los más accesibles económicamente. Sin embargo, el consumo de este alimento en Bolivia es inferior al de otros países de la región.
Omar Castro, presidente de la Asociación de Avicultores de Santa Cruz, indicó que el promedio de consumo de huevos en Bolivia es de 206 por persona anualmente. Esta cifra es baja en comparación con naciones como Argentina, donde se consumen 322 huevos, Brasil con 241, y Chile y Perú, ambos con 232.
Centellas recomendó aumentar el consumo de huevos, resaltando que este alimento es único por su perfil nutricional, que incluye proteínas, así como vitaminas A, D, E y B12, además de minerales como hierro, calcio, selenio, fósforo, yodo y zinc. La Organización Mundial de la Salud sugiere que las personas sin restricciones de salud consuman entre seis y ocho huevos a la semana, considerándolo seguro y beneficioso.
En cuanto a la producción, Bolivia emplea líneas genéticas de aves de postura en la producción comercial de huevos, tales como Isa Brown, Hy Line y Lohmann, que producen huevos marrones. Además, en años recientes se ha incorporado la línea genética Dekalb White para la producción de huevos blancos.
Las aves son alimentadas principalmente con maíz, sorgo y harinas de soya, complementadas con vitaminas, minerales y aminoácidos para satisfacer sus necesidades nutricionales a lo largo de su vida. La duración promedio de una gallina ponedora es de aproximadamente 100 semanas, aunque puede extenderse de cinco a diez semanas más dependiendo de su estado físico y los costos de producción.
Una gallina puede poner un huevo cada 24 a 26 horas, alcanzando un total de hasta 350 huevos al año. En términos calóricos, un huevo de tamaño mediano contiene aproximadamente 70 kilocalorías, lo que es comparable a las calorías que aporta una manzana
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