El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, expone detalles inquietantes sobre la posible relación de Evo Morales con el intento de golp
El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, expone detalles inquietantes sobre la posible relación de Evo Morales con el intento de golpe militar fallido en 2024.
El ministro Eduardo del Castillo ha sacado a la luz información alarmante que sugiere que Evo Morales y su círculo cercano podrían haber estado al tanto del intento de golpe militar en Bolivia antes de que ocurriera. Las declaraciones del ministro apuntan a una posible complicidad y conocimiento previo por parte de Morales y sus allegados.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, ha expuesto información preocupante sobre el conocimiento previo que Evo Morales y su círculo cercano tenían del intento de golpe militar fallido del 26 de junio de 2024 en Bolivia. Según Del Castillo, las declaraciones tanto de Morales como de su exministro Juan Ramón Quintana sugieren una estrecha relación con los responsables detrás de la asonada golpista.
En sus palabras, Del Castillo destaca la sincronización entre Morales y el grupo liderado por Zúñiga, quien encabezó el movimiento militar que intentó hacerse con el poder en plaza Murillo. Es particularmente relevante el hecho de que Morales afirmara haber tenido conocimiento de los eventos a las 11:00 a.m., cuatro horas antes de que la acción militar se materializara con la toma de dicho lugar en La Paz.
Del Castillo también mencionó las revelaciones de Quintana, quien afirmó tener fotografías de las tanquetas que se trasladaban al Estado Mayor de las Fuerzas Armadas antes del golpe, cubiertas con lonas verdes. Estos detalles son fundamentales para comprender la posible complicidad y conocimiento anticipado que habría existido en el entorno de Morales respecto a los planes golpistas.
El ministro no dudó en instar a que Morales dé explicaciones al respecto, considerando la gravedad de la situación. El hecho de que Zúñiga, el líder del intento de golpe, tenga vínculos cercanos con personas clave en el gobierno previo y que incluso haya admitido relaciones con Juan Ramón Quintana, plantea interrogantes sobre la naturaleza de estas conexiones y el grado de complicidad existente.
Del Castillo también resaltó la falta de comunicación por parte de Morales hacia el presidente actual, Luis Arce, sobre la información privilegiada que poseían. Contrariamente, Arce demostró una postura preventiva al contactar rápidamente a Morales en cuanto tuvo noticias del movimiento militar, buscando prevenir cualquier situación de riesgo.
La trama se complica aún más con la implicación de otros individuos, como Fernando Hamdan, quien recibió la misma fotografía de las tanquetas cubiertas de un militar procesado por su participación en la masacre de Senkata en 2019. Estos nexos entre distintos actores refuerzan la idea de una red de información confidencial que no fue compartida con las autoridades pertinentes en su momento.
En definitiva, las acusaciones de Del Castillo apuntan a un supuesto conocimiento anticipado de Morales y su círculo cercano sobre un intento de golpe militar en Bolivia, lo que plantea serias interrogantes sobre la transparencia y la lealtad de quienes ocupaban roles de poder en ese momento.
Las revelaciones del ministro Eduardo del Castillo plantean serias dudas sobre la transparencia y la lealtad de quienes ocupaban roles de poder en Bolivia en ese momento. La necesidad de explicaciones por parte de Evo Morales y su entorno se vuelve imperativa ante la gravedad de las acusaciones.
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