El Gobierno de Bolivia responde contundentemente a las recomendaciones del FMI sobre su economía.

El Ministerio de Economía boliviano defiende la situación económica del país frente a las críticas del FMI.
El Gobierno de Bolivia ha emitido un comunicado en respuesta a las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, refutando las afirmaciones sobre debilidades estructurales en su economía y destacando aspectos positivos que considera omitidos en el informe.
El Gobierno de Bolivia, a través del Ministerio de Economía, ha respondido de manera contundente al informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) que recomendaba ajustes urgentes en la política fiscal y monetaria del país, ante lo que considera un desequilibrio insostenible en su economía.

En un comunicado oficial, el Ministerio de Economía ha rechazado las afirmaciones del FMI sobre supuestas “debilidades estructurales” en el modelo económico boliviano, argumentando que la economía del país ha mostrado resiliencia y se proyecta una recuperación para el año 2025.

El Gobierno recordó que el año 2024 estuvo marcado por eventos extraordinarios, como los prolongados bloqueos de caminos y fenómenos climáticos extremos, como sequías e incendios asociados al fenómeno de “El Niño”, los cuales impactaron de manera significativa en sectores productivos clave de la economía nacional.

En cuanto a la deuda pública, el Ministerio de Economía aseguró que se encuentra dentro de un margen considerado como “saludable” y resaltó que Bolivia ha cumplido puntualmente con los pagos correspondientes, desmintiendo así las proyecciones alarmistas que habían sido planteadas por el FMI y otros organismos internacionales.

El Gobierno boliviano atribuye los desafíos financieros actuales a decisiones políticas internas que han restringido recursos claves para el desarrollo del país, haciendo especial mención al bloqueo de la Asamblea a la obtención de créditos internacionales.

Además, el comunicado oficial destaca aspectos que considera que el informe del FMI omitió o subestimó, como el crecimiento de las reservas internacionales, la sostenibilidad de la deuda pública y la solidez del sistema financiero boliviano, elementos que, desde su perspectiva, pintan un panorama más alentador de la economía del país.

En resumen, el Gobierno boliviano defiende la salud económica de Bolivia, refutando las críticas del FMI y argumentando que los desafíos actuales no tienen su origen en debilidades estructurales, sino en decisiones políticas internas y en factores externos que han impactado en la economía nacional.
En conclusión, el Gobierno boliviano defiende la salud económica de Bolivia, resaltando la resiliencia de su economía y argumentando que los desafíos actuales no se deben a debilidades estructurales, sino a decisiones políticas internas y factores externos.