Tras un breve receso de dos días, el plantel de Oriente Petrolero se prepara para reanudar sus actividades este miércoles en las instalaciones de San
Tras un breve receso de dos días, el plantel de Oriente Petrolero se prepara para reanudar sus actividades este miércoles en las instalaciones de San Antonio. La decisión de otorgar un parate el lunes y martes, impulsada por el cuerpo técnico liderado por Álvaro Peña, tuvo como objetivo principal permitir la recuperación física y mental de los jugadores, quienes han afrontado una exigente secuencia de encuentros en las últimas semanas.
Este descanso se produjo luego de una convincente actuación del equipo el pasado fin de semana, donde se impuso por un marcador de 4-0 a GV San José en el estadio Real Santa Cruz. Más allá del resultado, el conjunto albiverde exhibió un progreso significativo en su funcionamiento colectivo, aunque la carencia en la definición sigue siendo un aspecto a perfeccionar. A pesar de generar múltiples oportunidades de gol, la diferencia en el marcador pudo haber sido aún mayor.
En cuanto a la situación de los jugadores, Alejandro Meleán y Rodrigo Amaral continúan su proceso de rehabilitación. Meleán padece una distensión de ligamento en la rodilla derecha, mientras que Amaral presenta una fisura en el pie. Ambos futbolistas se proyectan para retornar a las canchas recién en el mes de noviembre.
Por otra parte, se anticipa la reincorporación de Henry Vaca entre el viernes y el sábado. El extremo ofensivo aún permanece en Moscú tras concluir su periplo europeo con la selección nacional, que disputó dos encuentros amistosos frente a Jordania y Rusia. Su regreso representa un aporte significativo para el esquema de Peña de cara a los próximos compromisos.
El próximo desafío para Oriente está fijado para el miércoles 23 de octubre a las 15:00 horas, cuando recibirá a Wilstermann en el estadio Real Santa Cruz por la Copa Bolivia. El cuerpo técnico dedicará los próximos días a pulir aspectos tácticos y a afianzar la idea de juego que paulatinamente comienza a mostrar sus frutos.
Con un plantel que parece recuperar la confianza y una dirección técnica que fomenta un juego de alta intensidad, Oriente busca prolongar su buen momento. El objetivo es finalizar el mes de octubre con resultados favorables y seguir progresando en la Copa Bolivia, un torneo que ha adquirido un estatus prioritario para la institución
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