El papel crucial de mujeres con discapacidad en la histórica lucha por un bono mensual en Bolivia. En medio de una lucha por un bono mensual de 500 b
El papel crucial de mujeres con discapacidad en la histórica lucha por un bono mensual en Bolivia.
En medio de una lucha por un bono mensual de 500 bolivianos para personas con discapacidad en Bolivia, destacan el liderazgo y la valentía de mujeres como Rose Mery Guarita Uribe y Felisa Alí, quienes han sido clave en la lucha por los derechos y la dignidad de este colectivo.
En mayo de 2016, el mundo fue testigo de un acto de protesta sin precedentes en La Paz, Bolivia, donde personas en sillas de ruedas se colgaban precariamente de un puente peatonal en demanda de un bono mensual de 500 bolivianos para vivir con dignidad. Esta impactante escena marcó el clímax de una lucha que se gestó en Cochabamba a principios de ese mismo año y que se convirtió en una histórica marcha hacia la capital del país.
Durante semanas, los manifestantes resistieron el hostigamiento y la represión, acampando cerca de la Plaza Murillo, en espera de una respuesta del gobierno. A pesar de no haber sido recibidos por las autoridades, su sacrificio y la presión internacional lograron que el gobierno aumentara el gasto público destinado a las personas con discapacidad, aunque no alcanzaron el monto solicitado.
En este contexto, se destaca el papel crucial de las mujeres con discapacidad en esta lucha. Ellas no solo marcharon y resistieron, sino que lideraron el movimiento, asumiendo responsabilidades organizativas, mediáticas y de cuidado. Sin embargo, a pesar de su protagonismo, sus voces han sido las menos escuchadas, lo que resalta la persistencia de la discriminación de género dentro de este colectivo.
Una de las figuras clave de este movimiento fue Rose Mery Guarita Uribe, quien, a pesar de su propia discapacidad, se convirtió en una líder incansable. Su activismo se remonta a cuatro décadas atrás, cuando fue diagnosticada con tuberculosis espinal. Desde entonces, ha luchado por los derechos de las personas con discapacidad en Cochabamba y más allá, llegando incluso a hablar en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra para denunciar la falta de atención del gobierno boliviano hacia este sector.
Otra líder destacada en esta lucha es Felisa Alí, presidenta de la Red de Vida Independiente Bolivia (REVIVO), cuya lesión medular tras un accidente de autobús la impulsó a comprometerse con la causa de las personas con discapacidad. Felisa reconoce la importancia del liderazgo femenino en la transformación social y aboga por la formación de nuevos líderes conscientes de sus derechos y capaces de tomar decisiones por sí mismos.
Ambas mujeres, junto con otras activistas, continúan trabajando para promover una vida independiente y digna para las personas con discapacidad en Bolivia. A pesar de los avances logrados, como la implementación de un bono mensual para personas con discapacidad grave, su labor sigue siendo poco reconocida, lo que refleja la persistencia de la discriminación y exclusión que enfrentan las mujeres y niñas con discapacidad en el país.
En un contexto donde la violencia de género y la discriminación estructural son realidades latentes, el legado de lucha y resistencia de mujeres como Rose Mery y Felisa se vuelve aún más relevante. Su compromiso y valentía siguen siendo un faro de esperanza en la búsqueda de una sociedad más justa e inclusiva para todas las personas, sin importar su condición.
El compromiso y la valentía de estas mujeres son un ejemplo de resistencia y lucha por una sociedad más inclusiva. A pesar de los avances, la discriminación persiste, destacando la importancia de reconocer y valorar el liderazgo femenino en la transformación social.
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