La doctora Roxana Salamanca advierte sobre la importancia de abordar de manera integral la lucha contra el mal de Chagas en Bolivia. A pesar de los e
La doctora Roxana Salamanca advierte sobre la importancia de abordar de manera integral la lucha contra el mal de Chagas en Bolivia.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Salud, la vinchuca sigue representando una amenaza significativa para la población boliviana en regiones como Chuquisaca, Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. El mal de Chagas, una enfermedad silenciosa que afecta a una parte importante de la población, sigue siendo un desafío de salud pública en el país.
La vinchuca, insecto vector del parásito Trypanosoma cruzi causante del mal de Chagas, continúa representando una amenaza significativa para la población boliviana, sobre todo en regiones como Chuquisaca, Tarija, Cochabamba y Santa Cruz. A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Salud por reforzar las acciones de prevención, la doctora Roxana Salamanca, jefa de la Unidad de Prevención de Enfermedades, advierte que la lucha contra esta enfermedad debe ser conjunta y apunta a la importancia de abordarla desde una perspectiva integral.
El mal de Chagas, una infección silenciosa que afecta al 17,3% de la población boliviana, sigue siendo un desafío de salud pública en el país, con presencia en la gran mayoría de sus municipios. La vinchuca, insecto nocturno que se alimenta de sangre y prefiere áreas con vasos sanguíneos superficiales como el rostro, transmite el parásito al picar y defecar, situación que se agrava cuando la persona se rasca y facilita la entrada del parásito al organismo.
La doctora Salamanca destaca que el Chagas está estrechamente ligado a condiciones precarias de vida y factores estructurales, siendo considerada en muchos países como una enfermedad olvidada. A pesar de que la prevalencia de la enfermedad ha disminuido en comparación con años anteriores, persiste especialmente en áreas con viviendas mal construidas o deterioradas, donde la vinchuca puede anidar con facilidad.
En este sentido, Salamanca subraya la importancia de la prevención, que comienza en el hogar. Medidas como mantener la vivienda limpia, ordenada y bien ventilada, tapar grietas en paredes y techos, y construir corrales separados de la casa para los animales domésticos son fundamentales para reducir el riesgo de transmisión. Asimismo, resalta la detección temprana como clave para salvar vidas, enfatizando la importancia de realizar seguimientos a recién nacidos y a hijos de madres infectadas.
A pesar de los esfuerzos del Ministerio de Salud, que ha asignado recursos para hacer frente al Chagas, la doctora Salamanca advierte que se necesita una respuesta integral y compartida, involucrando a las gobernaciones y municipios. La migración del campo a la ciudad también ha complicado el panorama, con casos detectados en áreas urbanas que tienen su origen en infecciones adquiridas en zonas rurales.
El mal de Chagas, una enfermedad paciente que puede permanecer asintomática durante décadas, puede causar daños irreversibles en el corazón, intestinos o sistema nervioso cuando se manifiesta. Por ello, Salamanca enfatiza la importancia de romper el silencio en torno a esta enfermedad, abogando por una educación continua, diagnóstico temprano, tratamiento accesible y mejora de las condiciones de vida como herramientas fundamentales para combatirla.
En última instancia, Salamanca hace hincapié en que el mal de Chagas no solo es una cuestión de salud, sino también de desigualdad social. Mientras no se aborde como tal, esta enfermedad seguirá representando una amenaza latente en los hogares bolivianos, esperando en silencio la oportunidad de afectar a quienes la padecen.
La doctora Salamanca destaca la importancia de la prevención, detección temprana y tratamiento accesible como pilares fundamentales para combatir el mal de Chagas en Bolivia.
COMMENTS