El presidente Luis Arce reiteró sus críticas hacia ciertos sectores agroindustriales debido a la reciente escasez y aumento de precios en productos bá
El presidente Luis Arce reiteró sus críticas hacia ciertos sectores agroindustriales debido a la reciente escasez y aumento de precios en productos básicos como el arroz y el aceite. Sin embargo, en un acto realizado en El Alto, el mandatario reconoció que sus comentarios anteriores sobre los habitantes de Santa Cruz fueron generalizadores.
Durante la actividad, donde se anunció la ampliación del sistema de alcantarillado sanitario, varios ciudadanos expresaron su descontento por el incremento en el costo de vida. En este contexto, Arce destacó que existen prácticas de ocultamiento y especulación por parte de algunos actores en la cadena de distribución de alimentos. Nos están jugando sucio, afirmó, aludiendo a empresarios que, según él, no están garantizando un suministro adecuado.
El presidente mencionó la reciente confiscación de más de 22,000 quintales de arroz en Montero como un claro ejemplo de acaparamiento. También hizo hincapié en los problemas de distribución del aceite, señalando que los responsables en la cadena de producción se culpan mutuamente, lo que termina perjudicando a las familias bolivianas.
Estamos en desacuerdo con que se atente contra el bolsillo y el estómago de los bolivianos, especialmente cuando hay producción suficiente. El gobierno está tomando las medidas necesarias para asegurar la estabilidad económica y la seguridad alimentaria, enfatizó Arce en una conferencia de prensa.
Estas declaraciones se producen en un clima de creciente tensión económica y política. Recientemente, sus comentarios sobre los cambitas como causantes de los problemas alimentarios provocaron reacciones adversas en Santa Cruz. Este sábado, el presidente matizó su postura, aclarando que no todos los productores o intermediarios actúan en detrimento del interés público.
Con los buenos productores e intermediarios queremos seguir colaborando. Sin embargo, con aquellos que especulan y juegan sucio, tomaremos las medidas necesarias para asegurar que los productos lleguen a las familias a precios justos, subrayó.
En cuanto a los esfuerzos de su administración, Arce destacó iniciativas para apoyar al sector agroindustrial, como la implementación de biotecnología y la liberación de importaciones de diésel y gasolina, además de la promoción de biocombustibles. Sin embargo, hizo un llamado a los empresarios para que respondan a las necesidades del pueblo boliviano.
La controversia sobre el acceso a alimentos esenciales continúa siendo un tema central en la agenda nacional, mientras el gobierno planea nuevas medidas para combatir el agio y asegurar el abastecimiento en los mercados.
Las primeras declaraciones del presidente, al atribuir la culpa de la subida de precios a los cambitas, generaron un fuerte rechazo en Santa Cruz. Analistas opinan que esto podría ser una estrategia para justificar sus acciones y mejorar su imagen en medio de la crisis económica.
El gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, fue uno de los primeros en reaccionar, afirmando que Arce tiene un odio ilimitado hacia el departamento y que el aumento de precios se debe a la gestión del gobierno. Santa Cruz es clave para la seguridad alimentaria del país. La incapacidad y la corrupción del gobierno han llevado a Bolivia al borde del desastre, manifestó Camacho en redes sociales.
Arce, por su parte, comentó que hay actores políticos que intentan aprovechar la situación, politizando el tema y desviando la atención de la necesidad de que los productos estén disponibles a precios accesibles en los mercados
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