La escalada de precios en la ciudad de Tarija genera preocupación entre los residentes, quienes ven afectada su capacidad de compra y acceso a aliment
La escalada de precios en la ciudad de Tarija genera preocupación entre los residentes, quienes ven afectada su capacidad de compra y acceso a alimentos básicos.
La ciudad de Tarija se ve afectada por una preocupante escalada en los precios de los productos de la canasta familiar, lo que ha generado una creciente inquietud entre las familias locales. La inflación en Bolivia ha alcanzado niveles preocupantes, con un aumento del 1,71% en marzo de 2025, el más alto para ese mes en 40 años.
La ciudad de Tarija se ve afectada por una preocupante escalada en los precios de los productos de la canasta familiar, lo que ha generado una creciente inquietud entre las familias locales. En medio de esta situación, doña Luisa Díaz de Soruco, residente del barrio Avaroa, expresó su frustración al señalar que antes con 100 bolivianos podía adquirir dos bolsones de verduras, mientras que en la actualidad ese monto apenas le alcanza para adquirir una fracción de lo que solía comprar.
La falta de poder adquisitivo de la moneda local ha llevado a doña Luisa a cuestionar la ausencia de soluciones frente a una crisis que impacta principalmente a las personas de bajos recursos. El aumento de precios en productos básicos como el aceite, la carne, la papa y otros alimentos es evidente en los mercados Campesino y Bolívar, donde se observa cómo el costo del kilo de carne de res filet y blanda se ha elevado a 70 bolivianos, en contraste con los 12 bolivianos que solía costar anteriormente.
El incremento en los precios se ha extendido a otros productos, como el pollo, el cerdo, el arroz y el aceite, cuyos valores han experimentado un alza significativa en los últimos meses. Esta situación ha llevado a consumidores como Rosa Mendoza a tener que ajustar sus compras, ya que con 100 bolivianos que solían alcanzar para adquirir una variedad de productos, ahora apenas logra cubrir una parte de su lista de compras habitual.
Comerciantes como Julia Torrez también han expresado su preocupación por la escalada de precios, destacando el impacto en su capacidad de compra y la dificultad para mantener un nivel adecuado de abastecimiento familiar. La subida en los precios de vegetales como el tomate, la cebolla, la papa, el ajo, así como insumos básicos como el pan molido, ha generado una presión adicional en los bolsillos de los consumidores.
Ante este panorama, la población siente que la crisis económica se profundiza y critica la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades. La inflación en Bolivia ha alcanzado niveles preocupantes, con un aumento del 1,71% en marzo de 2025, el más alto para ese mes en 40 años. El acumulado trimestral del 5% representa el mayor incremento desde 1993, lo que refleja un escenario económico desafiante para miles de familias bolivianas.
En este contexto, los mercados se convierten en un reflejo de una economía que no da tregua, con precios que reflejan la dificultad de acceder a una alimentación adecuada para gran parte de la población. La incertidumbre prevalece, mientras la inflación interanual ha alcanzado el 14,63%, lo que evidencia la urgencia de implementar medidas que contrarresten el impacto negativo de la crisis económica en la vida cotidiana de los ciudadanos.
La situación económica en Tarija se ve complicada por la escalada de precios y la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades. Los residentes se ven obligados a ajustar sus compras y afrontar dificultades para acceder a alimentos básicos.
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