Recientemente, una serie de incendios forestales han causado estragos en extensas zonas del Gran Chaco Americano y la Amazonía, impactando significati
Recientemente, una serie de incendios forestales han causado estragos en extensas zonas del Gran Chaco Americano y la Amazonía, impactando significativamente a países como Bolivia, Paraguay y Brasil. En Bolivia, se estima que más de 4 millones de hectáreas han sido arrasadas por las llamas, con San Matías siendo uno de los lugares más afectados, donde se han perdido alrededor de 1,3 millones de hectáreas. Esta devastación no solo está eliminando ecosistemas vitales, sino que también está teniendo un efecto profundo en la agricultura y en las comunidades que dependen de estos recursos.
La organización Redes Chaco ha emitido un comunicado en el que expresa su preocupación por la crisis ambiental y humanitaria que está surgiendo a raíz de estos incendios. Desde 2019, Bolivia ha enfrentado incendios devastadores que han perjudicado a más de 40 comunidades indígenas y amenazado a numerosas especies de flora y fauna. El Chaco Americano, reconocido como el bosque subtropical seco más extenso del mundo, se encuentra entre las áreas más afectadas, y su deterioro plantea serias consecuencias para el equilibrio ecológico del planeta.
Además, Redes Chaco ha señalado que la crisis es de alcance continental, ya que el humo generado por los incendios ha llegado a afectar provincias en Argentina, lo que subraya la gravedad del problema. La quema de estas extensas áreas contribuye al cambio climático al liberar grandes volúmenes de carbono en la atmósfera, lo que agrava los fenómenos climáticos extremos en la región.
Por su parte, la Coordinadora Ganadera del Chaco Boliviano ha manifestado su inquietud respecto al impacto de los incendios en la producción agropecuaria. En un reciente comunicado, la organización expresó su solidaridad con los ganaderos de Pantanal y Chiquitania, donde la pérdida de pastizales y ganado es alarmante. Esta situación no solo implica un costo económico, sino que también compromete un sistema productivo que requerirá años para recuperarse.
La Coordinadora ha instado a evitar la búsqueda de culpables sin antes abordar las causas estructurales de los incendios. Parte de la crisis se atribuye a la ocupación de tierras productivas por personas ajenas al sector, quienes, por falta de conocimiento, provocan incendios. En el contexto ganadero del Chaco, se reconoce la importancia del bosque no solo como fuente de alimento para el ganado, sino también como un elemento crucial para la prevención de incendios y otros desastres naturales.
Uno de los principales desafíos que enfrentan los productores en el Gran Chaco Boliviano es la restauración de sus tierras. La Coordinadora ha señalado que, debido a la sequía y la escasez de lluvias en el último año, el forraje natural en muchas áreas ya se encuentra seco, lo que agrava aún más la situación.
Aunque las áreas ganaderas del Chaco no han sufrido incendios de la misma magnitud que en el oriente boliviano, el riesgo sigue siendo elevado. Los ganaderos han reiterado su compromiso con la conservación de los bosques, enfatizando que el cuidado de este recurso es fundamental para la sostenibilidad de sus actividades. Además, advierten que la pérdida de biodiversidad no solo tiene repercusiones en el medio ambiente, sino también en las generaciones futuras.
Tanto Redes Chaco como la Coordinadora Ganadera coinciden en la necesidad de implementar soluciones urgentes y coordinadas entre gobiernos, organizaciones internacionales y la sociedad civil. Es esencial fortalecer las estrategias de prevención y mitigación de incendios, así como brindar apoyo a las comunidades locales que están enfrentando las consecuencias directas de esta crisis ambiental.
La destrucción de estos biomas no solo afecta a Bolivia, sino que tiene implicaciones para toda la región, y su recuperación será un proceso largo y complicado. La comunidad internacional debe prestar atención a esta crisis, que se perfila como una de las más serias en términos de pérdida de biodiversidad y recursos productivos
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