El economista Omar Zambrano revela las consecuencias de la crisis económica en el sistema educativo venezolano. Un estudio alarmante muestra la pérdi
El economista Omar Zambrano revela las consecuencias de la crisis económica en el sistema educativo venezolano.
Un estudio alarmante muestra la pérdida de años de escolaridad en Venezuela debido a la migración y la crisis económica, generando una preocupante falta de capital humano en el país.
Venezuela enfrenta una crisis educativa sin precedentes, según un estudio realizado por el economista Omar Zambrano, que revela la pérdida de 55,3 millones de años de escolaridad debido a la salida de más de 4 millones de trabajadores del mercado laboral. Esta cifra alarmante es consecuencia de la prolongada crisis económica que ha llevado al país a perder el 75% del tamaño de su economía entre 2013 y 2021, generando una de las peores contracciones económicas en la historia moderna.
El estudio también destaca que al menos 7,7 millones de personas han emigrado de Venezuela en la última década, lo que ha impactado significativamente en la capacidad productiva del país. La depreciación de los salarios y la migración han provocado la salida del mercado laboral de más de 4 millones de personas en edad de trabajar, incluyendo a trabajadores jóvenes, calificados y con experiencia.
Zambrano enfatiza que la crisis económica ha desmotivado a los trabajadores, ya que la hiperinflación ha devaluado los salarios al punto de perder su valor adquisitivo, lo que ha llevado a la deserción de la fuerza laboral. La migración masiva, especialmente entre 2015 y 2019, ha agravado la situación, con muchos venezolanos optando por dejar de trabajar debido a la inseguridad alimentaria y la falta de incentivos económicos.
A pesar de una leve recuperación económica a partir de 2021, donde se ha dolarizado la economía y se han flexibilizado algunos controles, la falta de capital humano sigue siendo un desafío para la reconstrucción del país. La diáspora venezolana, aunque reciente, representa un potencial retorno de mano de obra calificada que podría contribuir al crecimiento sostenido si se implementan políticas de atracción y retención.
La situación actual de la población económicamente activa en Venezuela se caracteriza por un crecimiento moderado concentrado en sectores urbanos, con limitaciones en sectores clave como el petrolero, manufacturero, agroindustrial y de construcción. Los salarios siguen siendo bajos y la propensión a la migración persiste, lo que desincentiva a los jóvenes a incorporarse al mercado laboral.
En cuanto a los pensionados y jubilados, la salida masiva de trabajadores ha impactado en la financiación de los sistemas de pensiones, dejando a muchos hogares a cargo de abuelos y familiares mayores. Sin embargo, las remesas enviadas por migrantes han servido como un alivio en medio de la crisis.
A pesar de la situación adversa, existen oportunidades para la recuperación económica a través de la diáspora venezolana, que podría convertirse en un agente de cambio y transferencia de conocimiento. Experiencias de otros países, como Albania, muestran que los migrantes pueden jugar un papel crucial en la reconstrucción económica de sus naciones de origen, aportando experiencias y tecnologías adquiridas en el extranjero.
A pesar de los desafíos, la diáspora venezolana podría ser clave en la reconstrucción económica del país, aportando experiencia y conocimiento adquiridos en el extranjero.
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