El ministro de Desarrollo Rural de Bolivia, Yamil Flores, asegura abastecimiento interno de alimentos a pesar de daños en cultivos por fenómenos climáticos.
El ministro Yamil Flores informa sobre las consecuencias de los fenómenos climáticos en la producción agrícola boliviana y las medidas tomadas por el Gobierno.
A pesar de los daños en cultivos y ganado causados por fenómenos climáticos en Bolivia, el ministro de Desarrollo Rural, Yamil Flores, asegura que no hay riesgos para la seguridad alimentaria y que se están tomando medidas para garantizar el abastecimiento interno.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras de Bolivia, Yamil Flores, ha dado a conocer que un total de 133.898 hectáreas de cultivos han sido afectadas por fenómenos climáticos en el país, lo que representa aproximadamente el 3,5% de la producción agrícola nacional. A pesar de este impacto, Flores ha asegurado a la población que no existen riesgos para la seguridad alimentaria, destacando que el abastecimiento interno está asegurado.
Además de las hectáreas de cultivos dañadas, se ha reportado la afectación de 678.985 cabezas de ganado y 212.226 productores agrícolas en 136 municipios y 4.005 comunidades distribuidas en los nueve departamentos de Bolivia. Estos datos reflejan la magnitud de los efectos de los fenómenos climáticos en el sector agrícola del país.
Ante las versiones que han surgido sobre una posible escasez alimentaria, el ministro Flores ha atribuido estas afirmaciones a “especulaciones de algunos políticos y candidatos”, enfatizando que el Gobierno boliviano está trabajando activamente para mitigar los efectos de las inclemencias climáticas y garantizar la estabilidad alimentaria de la nación.
Para recopilar información precisa sobre las pérdidas sufridas, más de 40 técnicos del Observatorio Agroambiental Productivo (OAP) se encuentran realizando evaluaciones en campo, las cuales son complementadas con imágenes satelitales. Se espera que en las próximas dos semanas se presente un informe detallado que brinde información más precisa sobre las consecuencias de estos eventos climáticos en la agricultura boliviana.
En cuanto a la situación actual de la cosecha, se ha informado que hasta el momento se ha recolectado el 47% de la misma, con expectativas favorables, especialmente en cultivos como la soya. En este sentido, el Gobierno está coordinando con la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) para analizar la producción y evaluar la posibilidad de exportar excedentes, siempre priorizando el mercado interno.
En un mensaje de apoyo a los productores afectados, el Ejecutivo ha anunciado que se atenderá de manera prioritaria a aquellos que han sufrido pérdidas significativas, manteniendo una política flexible en la comercialización internacional de granos, pero sin comprometer el abastecimiento local de alimentos básicos para la población boliviana.
Estas medidas buscan garantizar la seguridad alimentaria en el país y brindar apoyo a los productores agrícolas que se han visto afectados por los fenómenos climáticos recientes. La colaboración entre el Gobierno, los organismos pertinentes y los productores es fundamental para superar los desafíos actuales y asegurar la sostenibilidad del sector agrícola en Bolivia.
Las acciones del Gobierno boliviano y la colaboración con los productores son fundamentales para superar los desafíos actuales y mantener la estabilidad alimentaria en el país.
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