El XVIII congreso de la Central Obrera Boliviana (COB) ha marcado un punto de inflexión con la culminación de la gestión de Juan Carlos Huarachi, quie
El XVIII congreso de la Central Obrera Boliviana (COB) ha marcado un punto de inflexión con la culminación de la gestión de Juan Carlos Huarachi, quien lideró la organización por más de siete años. La instalación del nuevo presídium coincidió con un ambiente de notable descontento entre los delegados, que se hizo patente durante los últimos momentos de su mandato.
A lo largo de dos jornadas consecutivas, desde la inauguración del congreso hasta su despedida oficial, Huarachi fue objeto de significativas manifestaciones de rechazo. Su retiro final del coliseo, una vez concluido su periodo, se caracterizó por una rápida evacuación en un vehículo que lo esperaba, facilitando su salida expedita del recinto.
La presentación del informe de la directiva saliente, programada para las 17:30, se vio inmediatamente obstaculizada por la intensidad de las protestas al momento en que Huarachi y su equipo ascendieron al escenario. La magnitud del descontento impidió inicialmente la exposición de sus gestiones, requiriendo la intervención del presidente del presídium, Isidoro Maita, para restablecer el orden y permitir la audición del balance de la controvertida administración.
El dirigente y sus acompañantes llegaron con una voluminosa documentación, consistente en tres sacos de archivos que, según se indicó, contenían los logros y documentos oficiales de sus siete años de gestión. La intervención de Huarachi fue notablemente concisa y apresurada, describiendo sus avances en apenas quince minutos, aunque su discurso resultó casi inaudible debido al clamor generalizado de los delegados presentes. Hacia las 18:00, el informe fue sometido a consideración, y los delegados afines al exejecutivo, quien enfrentaba una marcada resistencia, lograron la ratificación del mismo mediante el levantamiento de sus credenciales.
Inmediatamente después de la aprobación, Huarachi y su equipo ejecutivo se retiraron del escenario. Durante su salida del coliseo Alfredo Huari, los asistentes aprovecharon para lanzar diversos objetos. Protegido por sus partidarios, logró abandonar el recinto y abordar rápidamente el vehículo que lo esperaba.
En este contexto, un senador representante de Pando, Luis Flores, ha expresado una preocupación sobre una presunta estrategia del Gobierno, que, a través de la influencia de Huarachi, buscaría ejercer control sobre la COB. El objetivo, según esta afirmación, sería preparar las bases para las elecciones generales de 2030, a pesar de que el actual presidente, Luis Arce, tuvo que declinar su postulación a la reelección ante la oposición de varios sectores.
Con el presídium ya establecido, los delegados procederán a organizarse en mesas de trabajo. Cada una de estas mesas deberá generar conclusiones específicas, las cuales serán consolidadas en un pronunciamiento final del Congreso. El punto culminante de este evento será la toma de posesión del nuevo secretario ejecutivo de la COB, cargo que, de acuerdo con los estatutos de la organización, debe ser ocupado por un representante del sector minero
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