Pablo Canasa, un hombre mayor de la ciudad de Yacuiba, fue víctima de un engaño en el que su sobrino utilizó su casa como garantía para obtener un préstamo. Aunque Canasa solo debía participar como “testigo”, terminó perdiendo su hogar.
Pablo Canasa, un hombre mayor de la ciudad de Yacuiba, fue víctima de un engaño en el que su sobrino utilizó su casa como garantía para obtener un préstamo. Aunque Canasa solo debía participar como “testigo”, terminó perdiendo su hogar.
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