La polarización política dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) ha generado una notable fragmentación en las organizaciones que respaldan a este pa
La polarización política dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS) ha generado una notable fragmentación en las organizaciones que respaldan a este partido, resultando en la creación de dirigencias dobles en diversos sectores. Esta situación se ha intensificado a medida que se acercan las elecciones generales programadas para el 17 de agosto en Bolivia, donde las facciones leales al presidente Luis Arce Catacora y al expresidente Evo Morales están en una lucha por el control del partido.
El conflicto interno se agudizó el 24 de febrero, cuando el grupo alineado con Morales anunció su intención de llevar a cabo una desafiliación masiva a nivel nacional, con el objetivo de unirse al Frente Para la Victoria (FPV). Por su parte, el sector afín a Arce ha intentado contener esta fuga de militantes mediante advertencias de expulsiones y la posibilidad de que autoridades electas pierdan sus cargos, acusándolos de deslealtad hacia el partido.
José Yucra, asambleísta departamental del MAS en Bermejo, destacó que el sector pro-Morales busca desafiliar a cerca de un millón de miembros para integrarlos al FPV, con la intención de que Morales se postule nuevamente a la presidencia. Sin embargo, este plan enfrenta un obstáculo significativo debido a una resolución del Tribunal Constitucional Plurinacional que impide su repostulación.
En contraste, la dirigencia del sector alineado con Arce en Tarija, liderada por Andrés Meriles, ha minimizado el impacto de la pérdida de militantes y ha expresado su compromiso por fortalecer las organizaciones que forman parte del Pacto de Unidad. Su enfoque está en mantener la cohesión del MAS y asegurar la candidatura de Luis Arce en las venideras elecciones.
Las tensiones entre Arce y Morales no son nuevas. Desde el año pasado, las diferencias entre estos dos líderes han provocado divisiones en las organizaciones que sostienen al MAS, dando lugar a la aparición de múltiples dirigencias en diferentes regiones, así como a la fragmentación de agrupaciones específicas, como la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija, que actualmente cuenta con hasta tres líderes distintos.
Nelson Aguilar, exdirigente del MAS en Tarija, advirtió que la fractura del partido y la dispersión de las organizaciones sociales podrían poner en peligro la permanencia del MAS en el poder. A pesar de esto, Aguilar mantiene la esperanza de que se logre una unificación en los próximos días, lo cual permitiría consolidar una estructura única de cara a las elecciones de agosto.
Expertos en análisis político han señalado que la disputa entre Morales y Arce podría poner en riesgo la existencia misma del MAS en Bolivia
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