La dirigencia vecinal de Tarija ha expresado su profunda preocupación ante la continuidad de las prácticas de tiro realizadas por efectivos militares
La dirigencia vecinal de Tarija ha expresado su profunda preocupación ante la continuidad de las prácticas de tiro realizadas por efectivos militares en una zona que, debido al crecimiento urbano, se encuentra ahora en estrecha proximidad con áreas habitadas. Los representantes de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) han solicitado a las fuerzas armadas la reubicación de estos ejercicios, instando a que se respete la titularidad estatal de los terrenos ribereños adyacentes a sus instalaciones.
Celestino Barro y Edwin Arana, voceros de la organización vecinal, coincidieron en señalar que la expansión de la ciudad y el surgimiento de nuevas urbanizaciones han transformado la zona, generando un riesgo considerable para la población. La persistencia de actividades que implican el uso de armas de fuego en un entorno con viviendas, avenidas y desarrollos urbanísticos cercanos, plantea la seria amenaza de que un proyectil extraviado pueda causar daños a transeúntes o residentes. Por ello, consideran imperativo que las autoridades militares reconsideren la ubicación de sus campos de entrenamiento.
La situación se agrava con la proyectada ampliación de la avenida Costanera del Sur, una iniciativa municipal que, según indicó el dirigente Barro, hará aún más compleja la convivencia entre las prácticas militares y la vida urbana. Se ha enfatizado que los terrenos ribereños, conocidos como aires de quebrada, no son de propiedad militar, sino que pertenecen al Estado, otorgando al municipio la competencia sobre su uso, incluyendo la concreción de la mencionada avenida.
Se ha comunicado a la institución militar que los terrenos en cuestión son de dominio público, y que el municipio tiene planes de desarrollo para ellos. En este contexto, Fejuve, en colaboración con la alcaldía, tiene previsto realizar una inspección en los próximos días para verificar el trazado de la Costanera del Sur y asegurar el cumplimiento de la normativa vigente. Los dirigentes insisten en que las fuerzas armadas deben circunscribirse a los límites de su propiedad, dejando libres los espacios que legalmente corresponden al Estado.
A pesar de que se ha mencionado que los militares disponen de amplias instalaciones dentro de sus cuarteles, se ha observado que persisten en utilizar los terrenos ribereños. Se ha informado que, al parecer, en estos predios públicos se habrían erigido estructuras diversas, incluyendo áreas para parrilladas, hornos y cabañas, lo que contraviene su naturaleza de propiedad estatal. La dirigencia vecinal refuta la afirmación militar de que estos terrenos les pertenecen, señalando que los aires de río son patrimonio del Estado y no pueden ser objeto de apropiación
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