Estudio sugiere que el cambio climático y las ventanas cerradas podrían ayudar a la propagación de virus en el aire

Un estudio reciente ha encontrado que el aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera y en los espacios interiores podría estar prolongando la vida de las variantes de COVID-19 presentes en pequeñas gotas en el aire. Los investigadores descubrieron que el CO2 puede actuar como un ácido en las gotas exhaladas, permitiendo que los virus permanezcan infecciosos por más tiempo. Además, el estudio sugiere que abrir una ventana para ventilar puede ser una forma efectiva de reducir la propagación de virus en espacios cerrados y abarrotados. Estos hallazgos también tienen implicaciones más amplias en la lucha contra el cambio climático y la prevención de futuras pandemias.