La situación política en el Movimiento al Socialismo (MAS) se encuentra marcada por tensiones internas y luchas de poder entre los sectores evistas y
La situación política en el Movimiento al Socialismo (MAS) se encuentra marcada por tensiones internas y luchas de poder entre los sectores evistas y arcistas, lo que complica cualquier intento de reunificación. En este contexto, la figura de Andrónico Rodríguez ha emergido como un potencial líder capaz de articular las distintas corrientes del partido, aunque su camino hacia la consolidación como candidato presidencial no está exento de desafíos.
Recientemente, en Cochabamba y Tarija, se han llevado a cabo manifestaciones de apoyo hacia Rodríguez, quien actualmente preside la Cámara de Senadores. Algunos sectores sociales lo consideran una opción viable para las elecciones presidenciales de 2025, incluso contemplando la posibilidad de que su candidatura no esté vinculada al MAS. A pesar de estas muestras de respaldo, Rodríguez ha declarado que no se siente como el candidato de nadie.
En Cochabamba, un grupo de organizaciones sociales ha formado una coordinadora para promover la candidatura de Rodríguez, mientras que en Tarija, estudiantes universitarios se han manifestado a favor de su postulación. Arnold Durán, uno de los líderes estudiantiles, enfatizó que Rodríguez representa a la juventud y ofrece una alternativa a la política tradicional, destacando su trayectoria al frente del Senado.
Sin embargo, el bloque evista del MAS, representado por figuras como el asambleísta José Yucra, mantiene una postura cautelosa. Yucra subraya que para las bases del partido, Evo Morales sigue siendo el único líder legítimo, y la decisión sobre la candidatura de Rodríguez dependerá de la voluntad de las bases. Además, han surgido invitaciones de la dirección nacional del MAS a figuras evistas, pero estas han sido rechazadas por quienes se niegan a unirse a lo que consideran traidores.
Desde una perspectiva analítica, se entiende que el MAS no debe ser visto como un partido político convencional, sino como una coalición de diversas organizaciones sociales. Carlos Saavedra, un analista político, señala que la fractura entre los bloques liderados por Morales y Arce ha creado un vacío que Rodríguez podría llenar, presentándose como un nuevo referente dentro del partido. Sin embargo, Saavedra advierte que el joven político enfrenta el reto de establecer su propia identidad en un entorno donde la figura de Morales sigue siendo dominante.
Rodríguez debe demostrar carácter y autonomía si desea avanzar en su carrera política. Saavedra sugiere que el joven líder necesita distanciarse de Morales sin ser percibido como un traidor, ya que la política en el MAS es altamente dinámica y cualquier movimiento en falso podría resultar perjudicial para su aspiración.
Por otro lado, el bloque arcista tampoco muestra plena confianza en Rodríguez. Aunque reconocen su potencial como figura de negociación, prefieren centrarse en sus propios candidatos, especialmente con la presencia de figuras como Eduardo Del Castillo y María Nela Prada. Saavedra concluye que, aunque no hay una ruptura total en la relación entre Rodríguez y los arcistas, la confianza es limitada, lo que complica aún más su ascenso como líder dentro del MAS
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