Las diferencias en enfoques pre y postcosecha generan tensiones entre regiones por la comercialización de pollo. La disputa entre Estados Unidos y Eu
Las diferencias en enfoques pre y postcosecha generan tensiones entre regiones por la comercialización de pollo.
La disputa entre Estados Unidos y Europa por la exportación de pollo ha resurgido, revelando antiguas diferencias en los estándares de seguridad alimentaria. La UE y Reino Unido han prohibido la carne avícola estadounidense desde 1997, debido a prácticas de producción que no cumplen con las normativas europeas.
La disputa entre Estados Unidos y Europa por la exportación de pollo estadounidense al viejo continente ha resurgido, trayendo a la luz antiguas diferencias en los estándares de seguridad alimentaria. Desde 1997, la Unión Europea (UE) y Reino Unido han prohibido la comercialización de carne avícola de EE.UU. debido a prácticas de producción que no cumplen con las normativas europeas.
A pesar de los cambios en las prácticas de producción en EE.UU., la prohibición ha persistido, generando tensiones recientes con el gobierno de Trump. El secretario de Comercio de EE.UU. se quejó de la reluctancia de la UE a aceptar el pollo estadounidense, mientras que la Casa Blanca criticó las normas “no basadas en la ciencia” de Reino Unido que restringen las exportaciones.
La diferencia fundamental radica en los enfoques pre y postcosecha de cada región. Mientras en la UE se prioriza la prevención de bacterias como Salmonella y Campylobacter antes del sacrificio de las aves, en EE.UU. se enfocan en métodos postcosecha, como el uso de fórmulas desinfectantes para lavar el pollo sacrificado.
La UE prohíbe el uso de químicos en la producción avícola, mientras que en EE.UU. se permite su uso si no está explícitamente prohibido. La controversia se centra en prácticas como el lavado de pollo con sustancias cloradas, prohibidas en Europa desde la década de 1990.
A pesar de los esfuerzos de EE.UU. por demostrar el cambio a sustancias alternativas, como ácidos orgánicos, Europa mantiene su postura por motivos de protección a la salud pública. Ambas regiones enfrentan desafíos en la eliminación de bacterias patógenas en la industria avícola, con altas incidencias de enfermedades asociadas al consumo de pollo en ambos lados del Atlántico.
Mientras Europa mantiene su prohibición al pollo estadounidense, este ha logrado acceder a mercados en América Latina, siendo México el principal destino. Otros países de la región que importan pollo estadounidense incluyen Cuba, Guatemala, República Dominicana, entre otros, aunque Brasil sigue siendo el mayor exportador de pollo en la región.
La divergencia en los estándares de seguridad alimentaria entre Estados Unidos y Europa refleja diferencias filosóficas en la industria avícola, destacando la necesidad de abordar de manera integral la seguridad alimentaria en la producción avícola a nivel global.
La divergencia en los estándares de seguridad alimentaria entre Estados Unidos y Europa refleja diferencias filosóficas en la industria avícola, destacando la necesidad de abordar la seguridad alimentaria de manera integral a nivel global.
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