La reciente devaluación de la moneda boliviana en comparación con el dólar y el peso argentino ha provocado un notable incremento en el cruce de front
La reciente devaluación de la moneda boliviana en comparación con el dólar y el peso argentino ha provocado un notable incremento en el cruce de fronteras entre Bolivia y Argentina. Durante la temporada navideña, aproximadamente 10,000 argentinos se trasladaron a Bermejo, atraídos por los precios más bajos de los productos en Bolivia.
Este flujo de visitantes se debe a un tipo de cambio favorable que ha incentivado a los argentinos a aprovechar las oportunidades de compra. Sin embargo, las recientes restricciones implementadas por el gobierno de Javier Milei, junto con el aumento del caudal del río Bermejo, han impactado negativamente en las operaciones en la frontera.
Un estudio reciente de la red UNITEL revela que la moneda boliviana ha experimentado una devaluación del 60% frente al dólar, mientras que el peso argentino ha visto un incremento del 30%. A pesar de esto, la inflación en Argentina ha alcanzado niveles alarmantes, con un 180%.
Este contexto ha facilitado el contrabando en la región. En Bermejo, Tarija, se estima que comerciantes ilegales transportan diariamente grandes cantidades de alimentos, electrodomésticos y otros bienes hacia el mercado argentino.
Durante el comienzo de la semana, el paso fronterizo de Aguas Blancas, en Argentina, se vio colmado de personas. Adrián Zigarán, quien ejerce como interventor en la zona, comentó que históricamente la frontera se había caracterizado por un tránsito fluido, pero que actualmente la situación es diferente debido a las nuevas regulaciones.
La implementación del Plan Güemes, diseñado para combatir el contrabando y el narcotráfico, ha contribuido a la congestión en las instalaciones de Migraciones y Aduana, que son insuficientes para el volumen de personas que intentan cruzar.
Zigarán destacó que desde temprano en la mañana, cientos de personas se encuentran haciendo fila sin poder avanzar, lo que genera situaciones de riesgo, especialmente en un terreno difícil.
Uno de los principales obstáculos para un flujo más ágil de personas y mercancías es la falta de coordinación con los controles bolivianos. Según Zigarán, mientras Argentina cuenta con hasta cinco oficiales en Migraciones, Bolivia solo dispone de uno, lo que retrasa significativamente el proceso.
La situación se tornó más crítica la semana pasada, cuando se registraron enfrentamientos en el lado argentino, resultando en la muerte de un contrabandista y varios heridos durante un operativo de Gendarmería.
A pesar de las dificultades, algunos comerciantes locales han notado una mejora en la fluidez del tránsito, aunque han experimentado días de gran afluencia que han colapsado las calles de Aguas Blancas. La economía de muchos en la zona depende en gran medida de esta actividad transfronteriza, lo que resalta la importancia de una gestión más eficiente en los controles fronterizos
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