Las tensiones en el Movimiento Al Socialismo (MAS) continúan en aumento. Recientemente, un grupo de aproximadamente 300 personas, pertenecientes a sec
Las tensiones en el Movimiento Al Socialismo (MAS) continúan en aumento. Recientemente, un grupo de aproximadamente 300 personas, pertenecientes a sectores sociales de Tarija que se alinean con el ala arcista, emprendió un viaje hacia Sucre. Su intención es llevar a cabo una vigilia y una ocupación pacífica del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) con el fin de presionar a este organismo para que se pronuncie sobre los amparos constitucionales pendientes. Su demanda principal es que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) reconozca a la directiva del MAS liderada por Grover García y Julia Ramos.
Andrés Meriles, un dirigente campesino y miembro de la Federación Sindical Única de Comunidades Campesinas de Tarija (FSUCCT), confirmó que la delegación partió el miércoles por la tarde. Meriles señaló que las bases del partido ya habían manifestado a las autoridades nacionales la urgencia de resolver este conflicto, pero ante la inacción, decidieron tomar medidas más drásticas.
El dirigente destacó que tanto el TCP como el Órgano Electoral Plurinacional (OEP) han tenido tiempo suficiente para abordar esta situación, pero su falta de respuesta ha mantenido al MAS en un estado de incertidumbre respecto a la legitimidad de su dirección nacional.
Durante su discurso, Meriles no escatimó en críticas hacia Evo Morales, el líder histórico del MAS. Cuestionó las constantes amenazas del expresidente y descalificó el congreso que organizó el 3 de septiembre, argumentando que, al no contar con la supervisión del TSE, este evento se convirtió en un simple ampliado.
Meriles afirmó que si el TCP y el OEP reconocen la directiva de García y Ramos, se podrían poner fin a estos conflictos internos. Atribuyó el caos actual a la pérdida de control de Morales sobre el partido.
Además, el dirigente reveló que diversas organizaciones sociales de distintas regiones están coordinando esfuerzos para presionar a las instituciones estatales. Mientras la delegación de Tarija se centra en la ocupación pacífica del TCP, otros grupos planean tomar la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) para exigir la aprobación de créditos.
Meriles enfatizó que Tarija ha decidido asumir la responsabilidad de la acción en el TCP desde este jueves, lo que refleja la creciente división dentro del MAS y las estrategias que están adoptando sus diferentes facciones para hacerse escuchar en medio de la disputa interna.
La crisis que atraviesa el MAS se origina en la lucha por el control del partido, que enfrenta dos facciones: una alineada con el presidente Luis Arce y otra encabezada por Evo Morales, quien sigue activo en la política nacional mediante sus constantes declaraciones y movilizaciones. La falta de una resolución clara a este conflicto ha sumido al partido en una grave crisis orgánica, afectando su capacidad para gobernar y representar a sus bases de manera cohesiva
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