La difícil realidad que enfrentan los productores de chocolate en Sucre y las medidas para sobrevivir a la crisis del cacao a nivel internacional. La
La difícil realidad que enfrentan los productores de chocolate en Sucre y las medidas para sobrevivir a la crisis del cacao a nivel internacional.
La industria del chocolate en Bolivia se ve afectada por una combinación de factores que ponen a prueba la resiliencia de los productores nacionales. La crisis del cacao a nivel mundial, los incendios forestales y la dependencia de insumos importados son solo algunas de las adversidades que enfrenta el sector chocolatero boliviano.
La industria del chocolate en Bolivia se enfrenta a una crisis sin precedentes, golpeada por una combinación de factores que están poniendo a prueba la resiliencia de los productores nacionales. En Sucre, conocida como “la ciudad del chocolate” por su larga tradición artesanal y su importancia en la producción chocolatera del país, la situación es especialmente preocupante.
Gastón Solares Ávila, gerente de “Chocolates Para Ti”, una de las empresas líderes en el sector en Sucre, ha señalado la difícil realidad a la que se enfrentan. La decisión de dejar de producir chocolate con relleno de almendra ha sido solo el primer paso en una serie de ajustes que la industria está teniendo que realizar para hacer frente a las adversidades que se ciernen sobre ella.
A nivel internacional, la crisis del cacao está alcanzando niveles críticos. Los principales productores mundiales, como Costa de Marfil y Ghana, están experimentando una caída significativa en sus cosechas debido a sequías prolongadas y enfermedades que afectan a las plantaciones. Esta situación ha llevado a un incremento exorbitante en el precio del cacao, alcanzando cifras récord que superan los $11.000 por tonelada a finales de 2025.
En el caso específico de Bolivia, los incendios forestales y las sequías han golpeado duramente a las regiones productoras de cacao, como Beni, exacerbando la situación. A esto se suma el aumento desmedido en el precio de la almendra, un ingrediente clave en la producción de chocolate, que ha experimentado un incremento del 50% en apenas un año, volviendo inviable su utilización en productos nacionales.
La dependencia de insumos importados también está contribuyendo a agravar la crisis. La escasez de divisas y la dificultad para acceder a materiales como colorantes, esencias, edulcorantes y envases, provenientes en su mayoría de países como China, están generando retrasos en los pagos y en los procesos de abastecimiento, complicando aún más la situación de las empresas chocolateras bolivianas.
A pesar de las dificultades, los productores locales no contemplan la posibilidad de detener por completo la producción. La estrategia ahora se centra en encontrar alternativas viables para mantenerse a flote en medio de un panorama incierto y desafiante. La búsqueda de sustitutos para ingredientes costosos, la adaptación a las fluctuaciones del mercado internacional y la optimización de las cadenas de suministro se presentan como medidas clave para enfrentar la crisis actual.
El futuro del chocolate boliviano depende en gran medida de la capacidad de los productores para adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y para encontrar soluciones creativas que les permitan superar los obstáculos impuestos por factores climáticos, económicos y logísticos. La industria chocolatera se encuentra en un momento crítico que requerirá de esfuerzos concertados y de una respuesta estructural para garantizar su supervivencia a largo plazo.
Para sobrevivir a la crisis, los productores locales deben adaptarse a las nuevas condiciones del mercado, buscar alternativas viables para ingredientes costosos y optimizar sus cadenas de suministro. La industria chocolatera necesita una respuesta estructural y esfuerzos concertados para garantizar su supervivencia a largo plazo.
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