Desde el año 2012, el Estado boliviano estableció una entidad clave para la certificación y el fomento de las lenguas indígenas: el Instituto Plurinac
Desde el año 2012, el Estado boliviano estableció una entidad clave para la certificación y el fomento de las lenguas indígenas: el Instituto Plurinacional de Estudio de Lenguas y Culturas (IPELC). Su propósito original era capacitar, enseñar y fortalecer los idiomas nativos, incluyendo el guaraní, fundamentales para la diversidad cultural del país. Sin embargo, a partir de 2015, se observó un desvío de estos principios fundacionales, con una orientación hacia fines más económicos y políticos.
Esta transformación se manifestó en la política de contratación de personal. Inicialmente, se esperaba que docentes y universitarios indígenas fueran los pilares de estos centros. No obstante, la tendencia se inclinó hacia la incorporación de profesionales con dominio de lenguas extranjeras, relegando a quienes poseían un conocimiento intrínseco y auténtico de las culturas y lenguas originarias.
La situación ha generado una profunda preocupación en la gestión actual, 2025, a raíz de una nueva disposición estatal. Esta resolución faculta a institutos privados, presuntamente vinculados a intereses gubernamentales, a expedir certificados de dominio de lenguas indígenas a funcionarios públicos, sin que medie una capacitación o evaluación previa del idioma, como el guaraní. Esta medida es percibida como una contradicción flagrante con el discurso de fortalecimiento cultural, ya que, en la práctica, socava la necesidad real de aprender y dominar estas lenguas para el ejercicio de la función pública. El efecto inmediato es que miles de profesionales y servidores públicos ya no consideran la adquisición de un idioma originario como un requisito genuino, poniendo en riesgo la vitalidad y permanencia de lenguas indígenas esenciales, como el guaraní en la región de Tarija. Se subraya la urgencia de que el Estado implemente acciones concretas para revitalizar estas lenguas, tales como la creación de diccionarios, cuentos e historias que permitan su transmisión y potenciamiento.
Un estudio reciente, derivado de un encuentro de jóvenes indígenas en la región del Chaco, ha puesto de manifiesto una realidad alarmante: una gran mayoría de los jóvenes de comunidades nativas no domina su propia lengua materna, el guaraní, a pesar de comprenderla. Diversos factores contribuyen a esta situación. Entre ellos, destaca la falta de transmisión y enseñanza del idioma por parte de los propios padres, quienes, en ocasiones, temen que el dominio de la lengua indígena pueda dificultar la inserción de sus hijos en la sociedad mayoritaria. Además, los jóvenes expresan sentir temor a la discriminación y el prejuicio, lo que los disuade de hablar su idioma ancestral. Estas revelaciones subrayan la imperiosa necesidad de desarrollar políticas públicas que promuevan y fortalezcan las lenguas maternas. La inacción en este frente podría llevar a la desaparición de estas lenguas en las futuras generaciones.
En algunas comunidades indígenas del Chaco, que no poseen un territorio guaraní autónomo y se integran en comunidades campesinas, el sistema educativo escolar se imparte predominantemente en español. Esta circunstancia lleva a que niños y adolescentes progresivamente abandonen el uso de su lengua nativa. En contraste, en la provincia de O’Connor, donde 37 comunidades indígenas son reconocidas como Pueblo Guaraní, la lengua se integra en el sistema educativo. Sin embargo, la situación cambia drásticamente una vez superada la etapa escolar, con aproximadamente el 80% de los jóvenes dejando de hablar guaraní.
Otro factor que agrava el riesgo de pérdida del guaraní es la migración. Más del 60% de los jóvenes abandonan sus comunidades en busca de empleo y mejores oportunidades, dirigiéndose principalmente a Brasil y Argentina. Antiguamente, la industria petrolera ofrecía una demanda significativa de mano de obra, pero la disminución de estas oportunidades, sumada a condiciones desfavorables para la actividad agrícola, impulsa a los jóvenes a emigrar, lo que a su vez debilita la transmisión intergeneracional de la lengua.
En el departamento de Tarija, las poblaciones indígenas reconocidas por la Constitución Política del Estado son principalmente el Pueblo Guaraní y el Pueblo Weenhayek. El Pueblo Guaraní es uno de los grupos indígenas más numerosos y con mayor presencia en el departamento, concentrándose especialmente en los municipios de Yacuiba, Caraparí, Villa Montes, Bermejo y Entre Ríos
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