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En un acontecimiento que ha generado gran controversia, las empresas petroleras YPFB-Chaco y Petrobras accedieron a la zona de Saicán, ubicada en la Reserva de Tariquía, con un fuerte despliegue policial. Este ingreso se produjo a pesar de la oposición manifestada por los habitantes locales, quienes, en su mayoría, son mujeres que han expresado su rechazo a la actividad petrolera en la región.
Según los testimonios de los comunarios que intentaban bloquear el acceso, las empresas llegaron acompañadas de personas provenientes de otras localidades, transportadas en autobuses. Estas acciones se llevaron a cabo en las primeras horas del día, cuando el bloqueo no era masivo. Sin embargo, a medida que avanzaba la mañana, más comunarios se unieron para protestar contra esta incursión.
Los residentes de Saicán están preocupados por el impacto que la explotación petrolera podría tener en sus fuentes de agua, esenciales para la comunidad y que también influyen en el clima de la región. Un comunario, Fanor Hoyos, relató que las empresas llegaron con un contingente policial, aprovechando la escasa presencia de manifestantes en ese momento. A medida que la situación se intensificaba, mujeres del lugar se acercaron para solicitar respeto a su decisión, subrayando que su supervivencia depende del acceso al agua.
El ambiente se tornó tenso cuando algunos de los trabajadores de las petroleras portaban machetes y palos, lo que generó temor entre los comunarios. Sin embargo, a pesar de las provocaciones, la comunidad se mantuvo firme en su postura y logró impedir el ingreso de los empleados, aunque la policía llegó posteriormente con armamento.
La situación se desarrolló en un clima de vigilancia en Chiquiacá, donde las mujeres, visiblemente afectadas, pidieron que se respetara su hogar y su decisión. A pesar de los intentos de la representación de YPFB por encontrar una ruta alternativa para ingresar, la resistencia de los comunarios se hizo evidente.
El alcalde de la provincia O’Connor, Teodoro Suruguay Quiroga, se pronunció al respecto, afirmando que respeta la decisión de la mayoría de los habitantes de la zona. Destacó que si la comunidad decide rechazar el ingreso de las petroleras, esa decisión debe ser respetada. Aunque inicialmente hubo un consenso en contra de la actividad petrolera, algunas comunidades han cambiado de opinión tras la intervención de las empresas
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