En un encuentro cargado de emociones por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, Bolívar y Atlético Mineiro igualaron a dos tantos en el estadio
En un encuentro cargado de emociones por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, Bolívar y Atlético Mineiro igualaron a dos tantos en el estadio Hernando Siles. El resultado, si bien evitó una derrota en casa, dejó un sabor agridulce en la afición local, que esperaba un desenlace más favorable en este importante torneo continental.
El cuadro brasileño tomó la delantera justo antes del descanso, en el minuto 45 de la primera mitad. Una pérdida de balón en ataque por parte de Robson Matheus propició un rápido contragolpe de tres delanteros visitantes, quienes desbordaron la zaga boliviana para abrir el marcador. La situación se complicó aún más para los anfitriones cuando, tras un tiro libre, la defensa local se mostró desorganizada y sin marcaje, permitiendo que Víctor Hugo anotara el segundo gol sin oposición, generando desazón entre los seguidores celestes.
Atlético Mineiro, bajo la dirección de su estratega, implementó un esquema defensivo sólido, con una línea de cinco zagueros y cuatro mediocampistas por delante, lo que anuló las incursiones de figuras como Velásquez, Robson, Cauteruccio y Tonino Melgar. El mediocampo de Bolívar, en particular, careció de la precisión necesaria durante los primeros 45 minutos.
La segunda mitad mostró un cambio en la actitud del equipo local, que salió con mayor ímpetu. Apenas a los dos minutos de la reanudación (minuto 47), un tiro de esquina dejó a Robson en una posición inmejorable para descontar, reavivando la esperanza de los espectadores paceños. Sin embargo, la remontada se vio obstaculizada en el minuto 52, cuando Ignacio Gariglio fue expulsado por una dura infracción sobre Caio Paulista, dejando a Bolívar con diez hombres y, por momentos, desorientado en el campo.
La oportunidad más clara para igualar el marcador llegó en el minuto 69, cuando se concedió un penal a favor de Bolívar. Cauteruccio fue el encargado de ejecutarlo, pero su disparo impactó en el travesaño, desvaneciendo una ocasión de oro. La persistencia del conjunto boliviano tuvo su recompensa en el minuto 87, tras otra jugada que derivó en un penal. Esta vez, Dorny Romero asumió la responsabilidad y convirtió la pena máxima, sellando el empate a dos.
A pesar de la igualdad, el desempeño general de Bolívar evidenció carencias en intensidad, precisión y velocidad en la distribución del balón. Cauteruccio, quien había sido un referente goleador en partidos anteriores de este certamen, no tuvo su mejor jornada, marcada por el penal fallado, lo que significó su primer encuentro internacional con Bolívar sin anotar. Por otro lado, Robson Matheus, a pesar de su error inicial que condujo al primer gol rival, se erigió como la figura más destacada del equipo, asumiendo el liderazgo en la mitad de la cancha.
El entrenador local, Flavio Robatto, fue despedido con abucheos por parte de la afición, reflejo de la frustración por no haber logrado una ventaja más clara en casa, especialmente en un año tan significativo para el club. La revancha se disputará el próximo miércoles en Belo Horizonte, donde Bolívar buscará una gesta memorable para avanzar a las semifinales del torneo
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