Monseñor René Leigue expresa su preocupación por la discrepancia entre promesas de solidaridad y la realidad de las acciones en la comunidad. En su h
Monseñor René Leigue expresa su preocupación por la discrepancia entre promesas de solidaridad y la realidad de las acciones en la comunidad.
En su homilía dominical, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, señaló la falta de coherencia entre los discursos que apelan a la solidaridad y el bienestar del pueblo y las acciones concretas que se llevan a cabo en beneficio de la población.
El arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, expresó su preocupación el pasado domingo por la falta de coherencia entre los discursos que apelan a la solidaridad y el bienestar del pueblo y las acciones concretas que se llevan a cabo en beneficio de la población. En su homilía dominical, Leigue hizo hincapié en que es común escuchar palabras sobre luchar y trabajar por el pueblo, pero que en muchas ocasiones estas expresiones quedan vacías al no traducirse en mejoras palpables para la comunidad.
Según el arzobispo, existe una discrepancia entre las promesas de servicio y compromiso social que algunos profesan y sus verdaderas intenciones de obtener beneficios personales o grupales. Esta actitud, en su opinión, desvirtúa el mensaje cristiano de amor al prójimo, que invita a practicar el respeto, la solidaridad y a no buscar ventajas a expensas de los demás.
En este sentido, Leigue destacó que el mensaje de Dios implica perdonar, respetar y evitar el resentimiento hacia los demás, ya que esto contradice el amor hacia el Señor. Hizo un llamado a la comunidad católica a vivir la fe de manera auténtica, instándolos a que la asistencia a la misa no sea un mero acto rutinario, sino una oportunidad para renovar su compromiso con los valores cristianos y el servicio desinteresado a los demás.
El prelado enfatizó que el amor fraterno debe reflejarse en acciones concretas de ayuda y servicio, sin distorsionar el mensaje cristiano con motivaciones egoístas. Asimismo, invitó a los fieles a reflexionar sobre el significado del “Don del Amor Fraterno” y a asumirlo como un compromiso genuino con el prójimo, lejos de ser una consigna superficial que se diluya en intereses personales.
En conclusión, monseñor René Leigue instó a la comunidad católica a interiorizar y vivir los valores del amor al prójimo de manera práctica y sincera, recordando que la esencia de la fe cristiana radica en el servicio desinteresado y la solidaridad con los más necesitados.
Monseñor René Leigue insta a la comunidad católica a vivir los valores del amor al prójimo de manera práctica y sincera, recordando que la esencia de la fe cristiana radica en el servicio desinteresado y la solidaridad con los más necesitados.
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