La edición actual del Mundial de Clubes fue testigo de una de las gestas más sorprendentes en su historia reciente, cuando el Al Hilal, bajo la direcc
La edición actual del Mundial de Clubes fue testigo de una de las gestas más sorprendentes en su historia reciente, cuando el Al Hilal, bajo la dirección técnica del italiano Simone Inzaghi, superó al Manchester City de Pep Guardiola con un marcador de 4-3. Este apasionante duelo, que se extendió hasta el tiempo suplementario en el Camping World Stadium de Orlando, culminó con el avance del conjunto saudí a la fase de cuartos de final, donde se enfrentará al Fluminense.
Desde el pitido inicial, el cuadro árabe debió contener la arremetida del equipo inglés, que tomó la delantera tempranamente con una anotación de Bernardo Silva. No obstante, la excepcional intervención del guardameta Yassine Bono resultó crucial para mantener la desventaja mínima durante la primera mitad. Tras el descanso, el Al Hilal exhibió una notable capacidad de respuesta: Marcos Leonardo igualó el marcador con un potente cabezazo, y Malcom, tras un contragolpe fulminante, colocó el 2-1. Aunque Erling Haaland restableció la paridad poco después, la escuadra saudí demostró una inquebrantable determinación, forzando la prórroga.
Durante el período adicional, Kalidou Koulibaly adelantó nuevamente al Al Hilal con un certero testarazo producto de un saque de esquina. A pesar de que Phil Foden, en combinación con Bradley Cherki, consiguió nivelar las acciones una vez más, Marcos Leonardo emergió como la figura decisiva en el minuto 113, al concretar el 4-3 final y asegurar su doblete personal, provocando un estallido de júbilo entre los aficionados saudíes que colmaban las tribunas.
La estrategia implementada por Inzaghi, cimentada en una sólida contención defensiva y transiciones ofensivas vertiginosas, resultó fundamental para desarticular el ritmo del City. La cohesión de sus líneas, la disciplina táctica y una contundente efectividad en la fase ofensiva permitieron al Al Hilal capitalizar sus oportunidades en los instantes precisos. Adicionalmente, el conjunto demostró una notable fortaleza mental y aplomo para preservar la ventaja frente a un contendiente considerado favorito para alzarse con el trofeo.
La significativa inversión anual de 25 millones de dólares destinada a su director técnico subraya la ambición del club saudí. El 4 de julio, el Al Hilal tendrá la oportunidad de prolongar su histórica trayectoria al medirse con el Fluminense en los cuartos de final. La algarabía vivida en Orlando es un testimonio elocuente de una velada que, sin duda, se inscribirá como un hito imborrable en los anales del fútbol asiático
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