El Arte del Bordado en Tarija: Tradición, Innovación y Empoderamiento en el Carnaval

Durante esta temporada, los bordados tradicionales de Tarija se exhiben con gran esplendor. Esta forma de arte ha trascendido las fronteras de Bolivia, gracias a la labor de talentosos bordadores que innovan con nuevos diseños.

El Carnaval en Tarija transforma las calles en un festín de albahaca, serpentinas y coloridas flores. Las canastas de comadres y compadres se llenan de flores, al igual que las camisas, mantas y blusas que los tarijeños lucen con orgullo.

Los bordados son un distintivo de la vestimenta chapaca, y su confección es el resultado del arduo trabajo de bordadoras y bordadores que se preparan durante todo el año para las festividades carnavaleras y religiosas.

Gilbert López, un bordador con dos décadas de experiencia, ha sido un referente en este arte. Originario de Potosí y residente en Tarija desde 2004, comenzó su andadura en el bordado por su pasión desde joven. En 2020, su familia inauguró su propio taller. Rodrigo López, su hijo, comenta que el proceso creativo inicia con Gilbert, quien diseña a mano y elige los colores, adaptando luego los patrones para su bordado a máquina.

Los diseños evolucionan constantemente, impulsados por las demandas de los clientes que buscan colores específicos o bordados únicos. Los grupos de ballet folclórico son algunos de los principales solicitantes, siempre en busca de ideas frescas. Sin embargo, hay modelos tradicionales que perduran, como el bordado característico de las camisas masculinas que representan elementos culturales importantes.

Por otro lado, Paulina Vasco es otra figura destacada en el ámbito del bordado tarijeño, con más de 20 años de trayectoria. Al frente de su taller, Paulina se mantiene al tanto de las tendencias, incorporando motivos como flores, racimos de uva y herramientas musicales en una amplia gama de prendas, desde camisas tradicionales hasta blusas modernas que atraen a un público más joven.

Aunque el Carnaval marca el pico de su actividad, Paulina asegura que su trabajo no cesa durante el resto del año, ya que se preparan para otras festividades importantes como la Pascua Florida y la Fiesta Grande de San Roque.

Las celebraciones tarijeñas también son apreciadas más allá de las fronteras nacionales. Muchos tarijeños que residen en España e Italia celebran las festividades con vestimenta que exhibe los bordados de Paulina. Asimismo, en Argentina, grupos folclóricos como Churos Chapacos y Sentimiento Chapaco, formados por tarijeños en ese país, realizan pedidos a Bordados López para lucir sus trajes en las festividades.

Además, los turistas que visitan Tarija no son ajenos a esta tradición. Muchos buscan llevarse una prenda con bordados típicos como recuerdo de su paso por la Ruta del Vino.

El compromiso y el esfuerzo son evidentes en este oficio. Bordados Típicos Paulina cuenta con un equipo de cinco colaboradores, además de la supervisión de Paulina, quien se encarga de cada detalle, desde el corte de las telas hasta la presentación final de las prendas. La demanda es alta, lo que hace que el proceso sea intensivo y requiera atención a múltiples pedidos.

Una vez que el Carnaval concluye, la producción no se detiene, ya que se inicia la preparación para las festividades del siguiente año. Algunas prendas, como las blusas chapacas, requieren un trabajo meticuloso, especialmente en los detalles hechos a mano, lo que puede extender el tiempo de elaboración de una prenda hasta cuatro horas.

A pesar de la constante actualización de los diseños, el arte del bordado sigue siendo un reflejo de la identidad tarijeña. Para muchos, como Paulina Vasco menciona, la camisa bordada es un símbolo de pertenencia, especialmente durante las festividades.

Con el objetivo de fomentar el empoderamiento económico, la Alcaldía de Tarija ha implementado cursos de bordado, donde más de 80 mujeres han tenido la oportunidad de participar. Esta iniciativa busca apoyar a víctimas de violencia, brindándoles habilidades que les permitan generar ingresos