La presidenta de la Asociación de Productores de Hortaliza del Valle del Sur de Bolivia, Silvia Rodríguez, compartió recientemente detalles sobre una
La presidenta de la Asociación de Productores de Hortaliza del Valle del Sur de Bolivia, Silvia Rodríguez, compartió recientemente detalles sobre una reunión mantenida con representantes del Vice ministerio de Lucha Contra el Contrabando y del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag). Este encuentro tuvo lugar en El Puente y contó con la participación de productores de hortalizas de seis municipios de Tarija, Chuquisaca y Potosí, así como de agricultores de papa de Villa Charcas e Incahuasi.
Durante la reunión, Rodríguez destacó la presencia del viceministro Luis Velásquez, aunque lamentó la ausencia de otros funcionarios del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras y del Viceministerio de Defensa al Consumidor. La principal preocupación expresada por los productores fue la caída de los precios de la cebolla en los mercados, un problema que atribuyen en gran medida al contrabando de cebolla proveniente de Perú.
Los agricultores de la región sur de Bolivia comienzan a cosechar su cebolla a finales de noviembre para abastecer a los mercados locales. Sin embargo, se enfrentan a la competencia desleal de cebolla importada ilegalmente, especialmente en La Paz, donde los mercados están saturados de este producto. Esta situación ha llevado a que los precios se desplomen, generando pérdidas significativas para los productores que no logran cubrir sus costos de producción.
Rodríguez mencionó que se envió una comisión a El Alto para investigar la situación en los mercados, donde se constató una gran cantidad de cebolla peruana. Según sus observaciones, más del 70% de la cebolla en El Alto proviene de Perú, y la mayoría de esta entra al país de manera ilegal. En contraste, solo alrededor del 20% del producto en el mercado es de origen nacional.
La situación también ha impactado a los productores de Cochabamba, quienes han visto dificultades para vender su producción debido a la competencia del contrabando. Aunque las autoridades aseguraron que desde junio solo han ingresado legalmente cinco camiones de cebolla peruana, la realidad en los mercados muestra un panorama diferente.
Rodríguez subrayó que la cebolla peruana es fácilmente identificable por su envasado, ya que se comercializa en bolsas de diez arrobas, mientras que la cebolla nacional se envasa en bolsas de cuatro arrobas. En Tarija, la situación es aún más crítica, con precios que han caído a 20 bolivianos por quintal.
A pesar de la reunión, Rodríguez indicó que no se lograron avances significativos en los acuerdos, centrándose principalmente en el problema del contrabando. Las autoridades del Senasag señalaron que, aunque existe un control fitosanitario, la mayoría de la cebolla que ingresa al país lo hace sin los permisos adecuados.
El viceministro Velásquez se comprometió a intensificar los controles y proporcionó información sobre los decomisos recientes de cebolla y papa. Además, se programó una nueva reunión para el 6 de enero en La Paz, donde se espera abordar la problemática de manera más integral y buscar soluciones efectivas
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