El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha manifestado su preocupación por lo que ha calificado como una guerra híbrida que ha afectado a su gobierno en
El presidente de Bolivia, Luis Arce, ha manifestado su preocupación por lo que ha calificado como una guerra híbrida que ha afectado a su gobierno en los últimos meses. Durante su discurso en la XXIV Cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA – TCP), que se celebra en Caracas, Arce destacó que su administración ha enfrentado ataques de diversas índoles, tanto internos como externos, desde hace cuatro años.
El mandatario subrayó que el país no había experimentado un nivel de confrontación política, económica, legislativa y mediática tan agudo en casi dos décadas. En este contexto, Arce enfatizó la importancia de la soberanía de los pueblos y la necesidad de evitar la injerencia en los asuntos internos de cada nación.
Arce reafirmó el compromiso de Bolivia con la ALBA – TCP, describiéndola como un símbolo de resistencia frente a la injusticia y la opresión. Afirmó que esta alianza representa más que un simple proyecto político; es un estandarte que promueve la solidaridad, la justicia y la cooperación entre los pueblos.
El presidente también hizo un llamado a la comunidad internacional para que no se permita la continuación de bloqueos y sanciones que afectan a las poblaciones más vulnerables. Criticó a quienes utilizan la retórica de la democracia para encubrir agendas de dominación y explotación, subrayando la urgencia de construir un mundo basado en la paz.
Arce concluyó su intervención resaltando la necesidad de que los países miembros de la ALBA – TCP trabajen unidos, recordando que la colaboración es esencial para enfrentar los desafíos actuales. Expresó su deseo de que la política exterior de la región se libere de viejas ataduras y se enfoque en la despatriarcalización y descolonización, con el objetivo de forjar un futuro más justo y equitativo para todos
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