Evo Morales en la Mira: Acusaciones Graves y Crisis Interna en el MAS

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Evo Morales en la Mira: Acusaciones Graves y Crisis Interna en el MAS

La figura de Evo Morales ha generado un intenso debate en Argentina, donde se están examinando las denuncias que lo implican en casos de Trata y Tráfi

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La figura de Evo Morales ha generado un intenso debate en Argentina, donde se están examinando las denuncias que lo implican en casos de Trata y Tráfico de personas, así como Estupro. Martín Sivak, un autor que ha estado cerca de Morales desde sus inicios políticos y que escribió su biografía ‘El Jefazo’, ha lanzado un nuevo libro titulado ‘Vértigos inesperados: Evo Morales: el poder, la caída y el reino’, donde analiza la última fase de la vida política del exmandatario, quien se encuentra alejado de los centros de poder.

Sivak enfatiza la seriedad de las acusaciones contra Morales, que incluyen un supuesto embarazo de una menor. Según el autor, el exlíder no parece entender la gravedad de la situación, optando por minimizar las denuncias al considerarlas parte de una persecución política. Además, menciona que Morales tiene dificultades para comprender las repercusiones de tales acusaciones, especialmente en lo que respecta a sus relaciones con mujeres significativamente más jóvenes.

En una reciente entrevista radial, Sivak describió a Morales como un hombre de 65 años con comportamientos que a veces parecen infantiles. Aunque no profundizó en aspectos personales, insinuó que el exmandatario muestra una competencia infantil constante.

El autor, quien conoció a Morales en 1995, ha sido testigo de su evolución política y personal. Observa que, tras su presidencia, Morales ha adoptado un estilo más personalista y megalómano, radicalizándose en ciertas posturas. Un hecho que ha causado revuelo en Argentina fue su almuerzo con el embajador iraní dos días después del ataque de Hamás a Israel, lo que muchos consideran una provocación.

Sivak también menciona el odio visceral que Morales parece sentir hacia Estados Unidos, lo que lo lleva a aliarse con cualquier nación que comparta una postura antiamericana.

El ascenso de Morales al poder, descrito en su primera biografía, fue seguido por un notable derrumbe personal tras la derrota en el referéndum del 21 de febrero. Este evento marcó el inicio de un proceso de renovación dentro del Movimiento al Socialismo (MAS), revelando las dificultades para seleccionar un sucesor.

El autor relata cómo, durante las conversaciones para elegir al candidato presidencial del MAS en 2020, Morales mostró desconfianza hacia Luis Arce, considerándolo un técnico sin experiencia política. A pesar de elegirlo por lealtad personal, la relación entre ambos se ha deteriorado desde el inicio del mandato de Arce, quien evitó mencionar a Morales en sus discursos y formó un gabinete con personas ajenas al entorno del exmandatario.

Sivak argumenta que esta separación es parte de un conflicto por la candidatura de 2025, señalando que el MAS atraviesa un estado de descomposición. En cuanto a la relación entre Morales y el actual vicepresidente, David Choquehuanca, el autor explica que la ruptura se produjo tras la derrota en el referéndum, cuando Choquehuanca no mostró interés en conseguir votos para la reelección.

La candidatura de Choquehuanca a la vicepresidencia fue impuesta a pesar de la resistencia, lo que generó tensiones adicionales entre él y Morales. Desde entonces, el exmandatario ha temido que Choquehuanca busque dividir al MAS, mientras su influencia se diluye con el acercamiento del gobierno actual a movimientos sociales.

Actualmente, Morales se encuentra protegido por su círculo cercano en el Chapare, donde sus seguidores han iniciado bloqueos con el objetivo de que Arce le permita participar en las elecciones de 2025. Sivak menciona que el exmandatario se ha visto limitado a su territorio, donde aún cuenta con el apoyo de exfuncionarios y organizaciones sociales.

La intervención de figuras como Lula Da Silva y Nicolás Maduro, así como del Grupo de Puebla, ha buscado mediar en las disputas internas del MAS. Sin embargo, la situación se complica, y muchos consideran que la lucha entre Morales y Arce es más personal que política, lo que podría llevar a la descomposición del partido

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