La participación del tenis boliviano en el Challenger de Buenos Aires concluyó abruptamente el miércoles, tras una serie de resultados adversos que vi
La participación del tenis boliviano en el Challenger de Buenos Aires concluyó abruptamente el miércoles, tras una serie de resultados adversos que vieron a todos sus representantes despedirse del torneo. La jornada, marcada por eliminaciones en ambas categorías, dejó a la delegación sin presencia en las fases siguientes.
En la competición de dobles, dos parejas bolivianas, ambas entre las favoritas, no lograron superar sus respectivos encuentros. Murkel Dellien y Boris Arias, quienes partían como la cuarta dupla mejor clasificada, se enfrentaron a los argentinos Mariano Kestelboim y Guillermo Durán. Tras un disputado partido, la victoria se inclinó a favor de los locales con marcadores de 6-4, 3-6 y un decisivo 10-3 en el super tie-break. Poco después, Federico Zeballos y su compañero colombiano Cristian Rodríguez, la tercera cabeza de serie, cayeron ante la pareja brasileña conformada por Pedro Boscardín y Joao Reis da Silva por 7-6(3) y 6-4. Ambas duplas recibieron una compensación económica de 580 dólares por su participación, aunque no lograron sumar puntos para el ranking ATP.
La suerte no fue diferente en la categoría de individuales. Hugo Dellien, tercer preclasificado y una de las principales esperanzas, tuvo que retirarse de su partido contra el argentino Alex Barrena. El jugador manifestó molestias físicas desde el set inicial y, tras recibir atención médica, tomó la decisión de abandonar el encuentro al comienzo del segundo parcial. Cerrando la actuación nacional, Juan Carlos Prado se midió con el ecuatoriano Álvaro Guillén en la cancha principal. El joven boliviano no pudo contener el sólido juego de su oponente, quien se impuso con un claro 6-1 y 6-2. Tanto Hugo Dellien como Juan Carlos Prado sumaron seis puntos para el ranking ATP y obtuvieron un premio de 1.685 dólares cada uno.
Con estos resultados, la delegación boliviana finalizó su recorrido en el Challenger de Buenos Aires, una competición que subraya la exigencia y los desafíos que enfrentan los tenistas del país en el circuito profesional internacional
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