La presente temporada ha puesto de manifiesto una profunda vulnerabilidad defensiva en Oriente Petrolero, evidenciada por la alarmante cifra de más de
La presente temporada ha puesto de manifiesto una profunda vulnerabilidad defensiva en Oriente Petrolero, evidenciada por la alarmante cifra de más de 40 goles encajados. Esta significativa fragilidad en la retaguardia ha generado una considerable preocupación y ha contribuido directamente a resultados que han frustrado a la afición, destacando el reciente empate 2-2 en casa contra Nacional Potosí, donde las deficiencias defensivas fueron nuevamente patentes.
Esta dificultad para establecer una estructura defensiva sólida no es un fenómeno reciente. Ha sido un desafío persistente desde el inicio mismo del año, atravesando las gestiones de varios cuerpos técnicos. Desde Joaquín Monasterio, pasando por Rodrigo Venegas y Gualberto Mojica, la cuestión ha permanecido sin resolver, y ahora persiste bajo la dirección de Álvaro Peña.
La línea defensiva en sí misma ha presentado un escenario complejo, frecuentemente afectado por una combinación de lesiones y sanciones disciplinarias. Esta constante rotación ha ejercido una presión inmensa sobre los jugadores que han sido llamados a ocupar roles cruciales. Figuras clave como Velasco, Rodríguez, Sebastián Álvarez y Jairo Quinteros, junto con otros como Bejarano y Caire en distintos momentos, han luchado colectivamente para alcanzar el nivel constante de rendimiento y solidez que el club demanda.
La magnitud de estas debilidades defensivas se ilustra de manera contundente con una serie de abultadas derrotas sufridas en condición de visitante. Ejemplos notables incluyen una caída por 5-1 ante Aurora, una derrota por 5-2 frente a Independiente, otro revés por 5-1 contra Gualberto Villarroel SJ, y dos marcadores de 4-1 ante Nacional Potosí y Blooming. Estos resultados subrayan un patrón recurrente de colapsos defensivos fuera de casa.
Además, las primeras jornadas de la temporada también revelaron estas debilidades inherentes, incluso en encuentros disputados como local. Empates como el 0-0 contra ‘U’ de Vinto y el 1-1 con San Antonio, sumados a una derrota por 1-2 frente a Always Ready, demostraron desde el principio que las capacidades defensivas del equipo eran un área de preocupación significativa
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